¿Son mejores los radiadores de aluminio o de hierro?
Uno de los aspectos más importantes a la hora de instalar una caldera en casa y que más influencia tiene en la temperatura de una casa son los radiadores, ya que son los encargados de transmitir el calor generado por la caldera en todas las habitaciones.
¿Quieres saber qué tipo de radiador es mejor para tu vivienda? A continuación, te explicaremos las principales diferencias entre los radiadores de acero, aluminio y hierro para que te sea más sencillo elegir uno para tu vivienda.
Radiadores de hierro
Los radiadores de hierro fundido fueron los más empleados en nuestro país durante mucho tiempo, por eso es muy común verlos en edificios antiguos. En la actualidad apenas se suelen instalar y han sido sustituidos por los de aluminio y acero.
Aunque ahora estos radiadores no se instalan en ninguna vivienda, los radiadores de hierro ofrecen muchas ventajas respecto a los de aluminio o acero.
- Son capaces de mantener más tiempo el calor generado. Además, su temperatura es mucho más estable que la que ofrecen otros materiales como el acero o el aluminio.
- Presentan una gran resistencia mecánica y a la corrosión, por eso es muy habitual verlos instalados en algunas fábricas, donde están más expuestos a golpes o impactos.
Los mayores inconvenientes de los radiadores de hierro fundido son su elevado coste de fabricación y su dificultad de instalación.
Radiadores de aluminio
La principal razón por la que los radiadores de acero fundido empezaron a estar en desuso fue por la aparición de los radiadores de aluminio. Los cuales se han convertido en la opción más empleada en la mayoría de viviendas.
Las principales ventajas de los radiadores de aluminio respecto a los de hierro fundido son:
- Alcanzan altas temperaturas muy rápidamente, por lo que son capaces de calentar cualquier habitación en cuestión de minutos.
- Tiene una alta resistencia a la corrosión.
- El proceso de fabricación de los radiadores de aluminio es mucho más sencillo que los de hierro fundido, por lo que su coste es menor.
El problema de los radiadores de aluminio es que no tienen apenas resistencia mecánica, por lo que se ven muy afectados por cualquier tipo de golpe. Además, su proceso de instalación es complicado necesitando emplear otros elementos como juntas, gomas o adaptadores.
Radiadores de acero
Los radiadores de acero se encuentran en un punto intermedio entre los de hierro fundido y aluminio. Se trata de un modelo mucho más económico que los anteriores y que ofrece un gran rendimiento. Además, se trata de un material muy fácil de reparar y que apenas ocupa espacio, por lo que puedes instalarlo en la mayoría de habitaciones independientemente de las dimensiones de la misma.
Sus principales desventajas es que no tienen una gran resistencia mecánica y se ven muy afectados por la corrosión, por lo que es importante tener cuidado con la zona donde se instala.
Esperamos que esta pequeña guía te haya sido de utilidad y puedas ver cuales son las principales diferencias entre los tipos de radiadores y cual debes instalar en tu vivienda.
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